lunes, 26 de enero de 2009

¡Justicia!... justicia...¿justicia?

Recuerdo que cuando era niña me gustaba jugar con las palabras quitándole el sentido. Muchos chicos lo hacen, seguramente Ud. lo habrá hecho también. Y si no, pruebe, es fácil: basta con tomar una palabra y repetirla muchas veces si pensar y verá que en unos minutos se convierte en algo desconocido, como si fuera de otro idioma.

¿Ya está? ¿No le parece curioso el efecto? Bien, eso es justamente lo que sucede, a mi criterio, con la palabra "justicia". La gente la ha repetido tanto en tan variadas oportunidades y sentidos, con las más creativas combinaciones de tonos y gestos, que ya la ilustre expresión perdió significado.

Es común ver en los noticieros a grandes grupos de gente gritando frente a cámaras sus reclamos de "justicia" ante la falta de respuestas de las autoridades frente a una causa X, pero también es común escuchar "Creo (o no creo) en la Justicia" como si habláramos de un dogma de fe. Muchas veces son esas mismas personas las que terminan haciendo "justicia por mano propia" con "escraches (inscripciones en puertas, paredes, veredas, carteles, etc con insultos), destrucción de viviendas o edificios del estado, o simplemente, linchando a quien creen responsable de sus penas o cuando el resultado del juicio no es lo que esperaban.

Es una situación que pretende separar a los malos de los buenos, donde los buenos son más de temer que los malos.

¿Qué es "justicia"? Según la definición que aprendí en la escuela, es dar a cada uno lo que le corresponde.

No voy a preguntar "¿quién es el responsable de decidir qué es lo que corresponde?" porque es algo obvio: no es al común de la gente sino a los jueces (que para eso cobran sueldo).

Mi pregunta es otra: ¿cuál es el criterio que usan para dar a cada uno lo que le corresponde? ¿cuál es la vara que usan para medir?

Esto que parece un juego de palabras no es tan antojadizo, ya que se ha visto en varias oportunidades en mi país que a igual crimen no siempre es la misma condena. Eso, a mi forma de ver, es una de las fallas que generan violencia y el descrédito de las instituciones. Esto también vacía de sentido a la palabra "justicia". ¡Hasta puede dar comienzo a la caza de brujas!... Pero eso es par otra entrada.