sábado, 13 de febrero de 2010

Ah...! El amor...el amor

 


Me imagino lo que muchos estarán sintiendo cerca de la fiesta de San Valentín.
Conozco gente que no cree en el amor. Siente que es un sentimiento pasado de moda, asesinado por el relativismo consumista que domina a una gran parte de la población mundial. Sin embargo lo añoran... Verdaderamente una posición pesimista.
Otros lo ven como una debilidad, algo tonto y cursi. ¡Se resisten a sentir por miedo a sufrir! O lo que es peor, por miedo tener ellos/as mismos/as una imagen de desventaja frente a la sociedad.



Están también los que pasan la vida esperándolo y llegan a la vejez creyendo que su Cupido quedó dormido en alguna parte de la historia. Recuerdo que una tía solía decirme "Si está dormido, tenés que despertarlo"


Algunos recibieron el flechazo y después de un tiempo sintieron que fue una broma de mal gusto


Otros lo consideraron una verdadera desgracia
Sin embargo, a pesar de todo cabe preguntarnos ¿qué es el amor? ¿por qué todos los viven (o lo sufren)?
Erich Fromm en su libro El Arte de amar lo define como "respuesta al problema de la existencia humana".El ser humano no puede vivir sin amor. De hecho se sabe que cuando el niño recién nacido es abandonado por su madre, sin no es acariciado por manos humanas (valga la redundancia) entra en depresión y muere por más que tenga los cuidados sanitarios correspondientes.
El amor es un arte, dice el autor del libro. Por eso hay que aprender a vivirlo, no sólo a sentirlo; y para eso  hace falta decisión y compromiso, como cuando se quiere aprender un idioma nuevo o a tocar un instrumento.
El amor es tan viejo como la humanidad todavía no lo hemos aprendido a conocer, ¡estamos sedientos de él!
¿Quién, que no lo haya hecho aún, no sueña con entregarse plenamente en sus brazos y encadenarse a un corazón?
Apesar de ellos, mucho de nosotros no somos capaces de ser un amor perfecto, somos buenos para exigir y pobres para dar.




No importa. Con defectos o sin ellos, merecemos amar y ser amados como padres, como hijos, como hermanos, como primos, como pareja, como amigos ¡como lo que sea! 
Sólo extendamos nuestras manos y aceptémosnos así como somos.
¡Feliz día de San Valentín!
Mónica